1242 – 1270

Princesa, religiosa, virgen, santa
Su espiritualidad se caracteriza por su devoción al Espíritu Santo, a Jesús crucificado, a la Eucaristía y a María.
Fiesta: 18 de enero.


Nacida de una estirpe de santos, Margarita fue escogida por Dios como ángel de paz y víctima de propiación.

Hija de Bela IV, rey de Hungría y de María Láscaris, hija del emperador de Constantinopla, antes de nacer, en 1242, fue ofrecida a Dios para la liberación de Hungría de las hordas de los tártaros.

A los tres años fue confiada a las monjas dominicas de Veszprém. A los doce años se traslada al nuevo monasterio edificado por su padre el rey en una isla del Denubio junto a Buda, y allí hizo la profesión en manos del MO fray Humberto de Romans.

Tomando conciencia de su extraordinaria misión la joven princesa se dedicó con fervor heroico a recorrer el camino de la perfección. La ascesis conventual del silencio, soledad, oración y penitencia se armonizaron con un celo ardoroso por la paz, un gran valor para denunciar las injusticias y una gran cordialidad con sus compañeras , a las que servía con gozo en los más humildes servicios. Su vida de piedad se cualifica por la devoción al Espíritu Santo, a Jesús crucificado, a la Eucaristía y a María.

Murió en este monasterio el 18 de enero de 1270 y allí permaneció sepultado su cuerpo hasta 1526. Después de diversas vicisitudes sus reliquias fueron colocadas en la iglesia de las clarisas de Bratislava (1618), pero desaparecieron con la supresión del monasterio en 1782. Pío XII la invocaba en su canonización el 19 de noviembre de 1943 como mediadora “de tranquilidad y de paz fundadas en la justicia y la caridad en Cristo, no solo para su patria, sino para todo el mundo”.