Señor y Padre nuestro.
Dios de la Misericordia y el Perdón.
Padre amantísimo y lleno de ternura.
Derrama sobre cada uno de nosotros, tu sangre, tu espíritu, tu gracia, tu misericordia, tu paz, tu alegría, tu perdón.
Bendice todo nuestro ser.
Haz de cada uno de nosotros hombres nuevos.
Bendice los matrimonios, confórtalos, sálvalos.
Ayúdales a solucionar sus problemas.
Auméntales la fortaleza, la fe, la esperanza, el amor…
Llénalos con la fuerza de tu Espíritu
e ilumínalos con la luz de la verdad.
En los que sufren, sana, Señor, su tristeza, su dolor,
su sufrimiento, su soledad, su amargura, su desaliento.
Bendice a los esposos y a los hijos.
Llena el corazón de nuestras familias de vida, de amor,
de luz, de verdad, de bondad, de fortaleza,
de comprensión, de paz y de alegría.
Señor, sé indulgente con todos nosotros.
Que la Sangre del Cordero lave nuestros pecados,
quite nuestras penas, nos de la paz y la alegría,
nos conforte y nos salve.
Y a nuestros padres y hermanos difuntos
llévalos a participar de tu Reino eterno.
Amén.