Píldora de Meditación 515

Hay una lectura superficial de la vida que se queda en ver los acontecimientos que ocurren. Es la mirada del periodista o del sociólogo y que conlleva un matiz de pesimismo y desesperanza. A veces los documentos jerárquicos reflejan también matices pesimistas porque se hacen de una lectura superficial de la vida. Yo recuerdo con frecuencia las palabras de Jesús en la sinagoga de Nazaret: «Hoy se cumple esta escritura que acaban de oír». Con toda seguridad que Jesús ya estaba viendo actuar el amor de Dios que «levanta de la basura al pobre». Saber ver ese amor de Dios que actúa en la entraña de la historia es la clave para recuperar la esperanza y ahuyentar los pesimismos pastorales. No estamos solos. Nuestro Dios no ha abandonado a sus hijos, ni siquiera cuando nos desviamos de sus caminos. Hay una Alianza Nueva. En el corazón de cada ser humano queda siempre una «propensión misteriosa» hacia la fe y hacia el bien. Está en el corazón de la humanidad y es el reducto del alma donde Dios actúa. Cuando somos capaces de asomarnos ahí llegamos a ver la cara hermosa de la vida donde está actuando el Amor de Dios. Si nos dan miedo los drogadictos, los delincuentes, los pobres, los que tienen su vida rota… es que sólo hacemos una lectura superficial de la vida. Dios también anda por nuestros barrios marginales. Sólo “hacen falta ojos para ver”.

(Emiliano Calle Moreno)