Píldora de Meditación 492

Al iniciar esta semana, con una hermosa madrugada que Dios nos concede, pongo en las manos santísimas de nuestro Dios y Señor, las intenciones de cada uno(a) de ustedes y de sus familiares y amigos.

Pido especialmente a nuestro Creador y Padre que bendiga sus hogares, sus hijos, nietos, abuelos y seres queridos y también los cercanos y amigos.

Que el Espíritu Santo les asista para que en sus trabajos haya progreso y sus corazones sean colmados de generosidad para compartir el pan con el hambriento y necesitado.

Que el Señor inspire en el corazón de todos los(as) bautizados(as) sentimientos de agradecimiento y deseos de acercarnos al que está triste y sufre y nos haga portadores de esperanza y fe en medio de las tribulaciones de este mundo.

Unamos nuestro corazón al de María Santísima, quien nunca dudó en la Palabra de su Hijo, y ahora nos dice: “hagan lo que Él les diga”. Y el Señor nos dice: “Toma mi cruz y sígame”. Igual que María, no dudemos de quién es el centro de nuestra esperanza.

¡No tengamos miedo! así la pasión sea dolorosa, así la enfermedad nos visite, así veamos todo oscuro, así pasemos por valles oscuros, por desiertos, por necesidades, se acerca nuestra liberación…

Francisco Sastoque, O.P.

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