Píldora de Meditación 417
- Las mujeres tienen fuerzas que a los hombres les asombra.
- Ellas, cargan niños, penas y cosas pesadas, sin embargo, tienen espacio para la felicidad, el amor y la alegría.
- Ellas, sonríen cuando quieren gritar, cantan cuando quieren llorar, lloran cuando están contentas y ríen cuando están nerviosas.
- Ellas, gozan cuando escuchan a su pareja avisando que llegó sano y diciéndole que la extraña.
- Las mujeres tienen cualidades especiales: se ofrecen para las causas buenas, son voluntarias en hospitales, llevan comida a los necesitados; ellas trabajan como niñeras, amas de casa, abogadas y solucionan disputas entre niños y vecinos.
- Usan trajes, vaqueros, uniformes y minifaldas.
- Las mujeres recorren largos caminos para conseguir la mejor escuela para sus hijos y la mejor atención para la salud de su familia.
- Ellas no aceptan un “¡NO!” como respuesta cuando está convencidas que hay una solución.
- Ellas saben dar amor a su pareja y saben perdonar.
- Son inteligentes y saben de su poder, sin embargo, saben usar su lado suave cuando quieren conseguir algo.
- Las mujeres se alegran o lloran cuando se enteran de un nacimiento o matrimonio.
- Saben que un abrazo, un beso y un “te amo” puede sanar un corazón roto.
- Una mujer puede lograr que una mañana, una tarde o una noche cambie de color y se colme de alegría.
- Las mujeres vienen en todos los tamaños, colores y formas; viven en casas, cuartos, cabañas.
- Ellas corren, manejan, caminan o usan el e-mail.
- El corazón de una mujer es lo que hace girar el mundo.
- Todo lo que ellas quieren es un abrazo, un beso, una caricia, una llamada.
- Las mujeres tienen mucho que decir y mucho para dar.
- La belleza de la mujer no está en la ropa que lleve, la figura que tenga o la forma en que se peine. La belleza de una mujer debe verse en sus ojos, a través de ellos, porque es la puerta a su corazón, el lugar donde el amor reside. También se refleja en su alma.
- Es el cuidado que ella le da a la pasión para estar con el hombre que ama a quien se entrega inocentemente.
- Es el cuidado que ella le da a su amado cuando está enfermo o cuando le prepara una taza de té en las noches de invierno.
- La belleza de una mujer con el paso de los años crece hasta el infinito.
¡APRENDE A RECONOCER A UNA VERDADERA MUJER CUANDO TOQUE A TU PUERTA Y LA DEJES IR!
(Víctor Manuel Yépez)
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