El filósofo español José Ortega y Gasett afirmó esta gran verdad: “la mujer es esencialmente historia porque asegura la continuidad de la especie”.

La historia de la humanidad está llena de ejemplos de mujeres que han llegado a extremos de valor y sacrificio únicos… Su impulso y custodia son el verdadero seguro de nuestra vida y cultura.

  • Aspasia secundó en mucho la obra de Pericles
  • Lucrecia se sacrificó en ultimas por Roma
  • Corneli madre de los Gracos
  • Santa Mónica nos dio a san Agustin
  • Santa Helena a Constantino
  • Cleotilde a Clodoveo
  • Judith liberó a los judíos
  • Juana de Arco a los franceses
  • Isabel la Católica creyó en Colón
  • la Cacica Gaitana, Manuela Beltran, Casilda, Maria Cano, Yarima y miles de mujeres más se comprometieron por amor, patriotismo, pasión, instinto o lo que fuere para sacar adelante cualquier designio, que para los varones hubiese resultado imposible.

¿Y qué tal Diotima de Mantinea, numen de Sócrates y su revolucionaria teoría sobre el amor?

Pero, más aún ¿qué no decir de María de Nazaret la madre de Jesús de Nazaret el Redentor de la humanidad?