Píldora de Meditación 506
Señora y Madre mía:
A ti te entrego, como hijo tuyo
mi voluntad, mi libertad, mi alma,
mi cuerpo, mi memoria,
mi imaginación, mi inteligencia,
mis sentidos, mis instintos,
todo lo que tengo, todo lo que soy,
para que Tú, según tu beneplácito
dispongas de ellos entregándolos
al Santo de los santos, el Altísimo,
el Uno y Trino, el que con el Padre
y con el Espíritu Santo, es Dios,
el Único, la Trinidad Santísima
de quien Tú, Señora, eres la esclava por amor.
Aséame como cosa y posesión tuya.
Vísteme de gracia y entrégame a Dios Padre,
a Dios Hijo, a Dios Espíritu Santo,
rogándole que haga de mí una criatura nueva.
Señora y Madre mía: a ti me consagro
como hijo tuyo
y en mí te consagro mi familia,
mis actividades y mi ambiente,
porque tú eres la esclava del Señor.
Posesiónate de mí,
Señora y Madre mía, ahora y siempre.
Séllame por tu ruego,
con el sello del Espíritu Santo.
Sígname con la sangre de Jesucristo,
el Cordero de Dios que quita los pecados,
su origen, sus huellas y sus consecuencias
y conságrame, como donación tuya,
al Padre Todopoderoso.
Para eso lávame
y vísteme con los ropajes de la gracia
que tú tienes por la gracia de Dios.
Amén, amén, amén.
(Acta 778)